En la página e-Libertad Religiosa en la Web (http://www.e-libertadreligiosa.net/), intentamos dar a conocer el contenido del derecho a la libertad religiosa, ser un cauce de observación de las diversas violaciones a la libertad religiosa y a la vez actuar de observatorio mundial de este importante derecho. La libertad religiosa ha sido reconocida en los grandes Convenios internacionales sobre derechos fundamentales, e igualmente está reconocida en muchas Constituciones políticas -especialmente en los Estados occidentales-, pero sin embargo se observan preocupantes signos de intolerancia en diversos países. En esta página se pretende dar un cauce a quienes son objeto de intolerancia o persecución por motivos religiosos.
En la página e-Libertad Religiosa defendemos el libre ejercicio de la libertad religiosa, pedimos a los Estados que amparen a las minorías el ejercicio de su confesión religiosa, e igualmente solicitamos que usen los medios de negociación a su alcance para obtener en otros Estados que se reconozca la libertad religiosa a sus respectivas minorías. Los Estados occidentales deberían preocuparse por el reconocimiento de la libertad de culto de las minorías religiosas en tantos países de medio oriente, de la misma manera que se preocupan por el establecimiento de la democracia en diversos Estados. Pensamos que de la misma manera que usan medios de presión comerciales o tecnológicos para obtener la caída de las dictaduras políticas, deberían usar medios de presión proporcionales con los Estados que violan sistemáticamente el derecho a la libertad religiosa. Igualmente podrían pedir la reciprocidad al permitir la apertura de templos y centros religiosos o la predicación de los ministros de ciertas confesiones que niegan la libertad religiosa, especialmente si los templos o ministros religiosos en Occidente son sufragados por el presupuesto de uno de estos Estados. Los países occidentales pecan de complicidad si permiten estas violaciones tan flagrantes de los derechos humanos y no usan adecuados medios de presión para evitarlos.
En los países occidentales se asiste a una larvada lucha contra la libertad religiosa en cuanto que se pretende coartar la libre manifestación de las convicciones religiosas y que los creyentes actúen según los dictados de su conciencia. A los creyentes se les niega su derecho a hacer manifestaciones públicas de fe (procesiones, romerías, presencia en la calle de signos religiosos), a las autoridades religiosas se les niega el derecho a orientar las conciencias de sus fieles en nombre de la tolerancia y el respeto, se echan los símbolos religiosos de los lugares públicos, se prohíbe que los creyentes tengan conciencia distinta de la aprobada por los Parlamentos. Los creyentes deben defender su derecho a manifestar en público sus convicciones religiosas, puesto que las principales declaraciones de derechos humanos así lo estipulan.
Igualmente, se debe regular satisfactoriamente la objeción de conciencia, puesto que el derecho a la propia conciencia no puede entrar en colisión con el cumplimiento de ciertos deberes. En la página e-Libertad Religiosa pedimos que se garantice a los creyentes el derecho a objetar la prestación de ciertos deberes por motivos de conciencia.
En muchos lugares se escarnia a los creyentes o a sus símbolos en nombre de una mal entendida libertad de expresión. Los poderes públicos deberían vigilar para que los creyentes no se vean ofendidos en sus sentimientos más profundos. La libertad de expresión nunca es libertad para ofender los sentimientos de los demás.
Ciertamente la libertad religiosa tiene límites, puesto que no es un derecho absoluto. Al señalar límites, como indican las principales declaraciones de derechos humanos, los diversas ordenamientos jurídicos no pueden coartar el libre ejercicio a la libertad religiosa.
Le invitamos a navegar por esta página para conocer los diversos aspectos de un derecho tan trascendente para la persona como la libertad religiosa.
En la página e-Libertad Religiosa defendemos el libre ejercicio de la libertad religiosa, pedimos a los Estados que amparen a las minorías el ejercicio de su confesión religiosa, e igualmente solicitamos que usen los medios de negociación a su alcance para obtener en otros Estados que se reconozca la libertad religiosa a sus respectivas minorías. Los Estados occidentales deberían preocuparse por el reconocimiento de la libertad de culto de las minorías religiosas en tantos países de medio oriente, de la misma manera que se preocupan por el establecimiento de la democracia en diversos Estados. Pensamos que de la misma manera que usan medios de presión comerciales o tecnológicos para obtener la caída de las dictaduras políticas, deberían usar medios de presión proporcionales con los Estados que violan sistemáticamente el derecho a la libertad religiosa. Igualmente podrían pedir la reciprocidad al permitir la apertura de templos y centros religiosos o la predicación de los ministros de ciertas confesiones que niegan la libertad religiosa, especialmente si los templos o ministros religiosos en Occidente son sufragados por el presupuesto de uno de estos Estados. Los países occidentales pecan de complicidad si permiten estas violaciones tan flagrantes de los derechos humanos y no usan adecuados medios de presión para evitarlos.
En los países occidentales se asiste a una larvada lucha contra la libertad religiosa en cuanto que se pretende coartar la libre manifestación de las convicciones religiosas y que los creyentes actúen según los dictados de su conciencia. A los creyentes se les niega su derecho a hacer manifestaciones públicas de fe (procesiones, romerías, presencia en la calle de signos religiosos), a las autoridades religiosas se les niega el derecho a orientar las conciencias de sus fieles en nombre de la tolerancia y el respeto, se echan los símbolos religiosos de los lugares públicos, se prohíbe que los creyentes tengan conciencia distinta de la aprobada por los Parlamentos. Los creyentes deben defender su derecho a manifestar en público sus convicciones religiosas, puesto que las principales declaraciones de derechos humanos así lo estipulan.
Igualmente, se debe regular satisfactoriamente la objeción de conciencia, puesto que el derecho a la propia conciencia no puede entrar en colisión con el cumplimiento de ciertos deberes. En la página e-Libertad Religiosa pedimos que se garantice a los creyentes el derecho a objetar la prestación de ciertos deberes por motivos de conciencia.
En muchos lugares se escarnia a los creyentes o a sus símbolos en nombre de una mal entendida libertad de expresión. Los poderes públicos deberían vigilar para que los creyentes no se vean ofendidos en sus sentimientos más profundos. La libertad de expresión nunca es libertad para ofender los sentimientos de los demás.
Ciertamente la libertad religiosa tiene límites, puesto que no es un derecho absoluto. Al señalar límites, como indican las principales declaraciones de derechos humanos, los diversas ordenamientos jurídicos no pueden coartar el libre ejercicio a la libertad religiosa.
Le invitamos a navegar por esta página para conocer los diversos aspectos de un derecho tan trascendente para la persona como la libertad religiosa.
Sobre el autor:
La página e-libertadreligiosa.net la hace Pedro María Reyes Vizcaíno. Es licenciado en derecho por la Universisdad Autónoma de Madrid y doctor en derecho canónico por la Universidad de Navarra. Sacerdote católico desde 1992, uno de sus campos de interés ha sido la defensa del derecho de los creyentes a manifestar públicamente su fe en igualdad de condiciones con los creyentes de otras confesiones. También ha sido de su interés la persecución abierta o solapada que puede haber contra los creyentes, por el mero hecho de ser creyentes, en diversas regiones del mundo.
Fruto de este interés pone en marcha esta iniciativa con el ánimo de difundir conductas de respeto a las creeencias religiosas en el mundo.
Fruto de este interés pone en marcha esta iniciativa con el ánimo de difundir conductas de respeto a las creeencias religiosas en el mundo.
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